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Las traducciones legales y jurídicas son de las más difíciles.

Nos referimos a contratos de compraventa, acuerdos de distribución, demandas judiciales, escrituras notariales, certificados de nacimiento, etc.

SISTEMAS LEGALES

Para este tipo de traducciones el traductor además de tener la capacidad de poder traducir de un idioma a otro y tiene que saber traducir de un sistema legal a otro. Es muy importante dominar bien los dos idiomas, pero también hay que conocer bien los dos sistemas legales para poder comprender y transmitir correctamente el significado.

La terminología legal se basa en la legislación nacional específica de cada país. La trayectoria histórica del país influye directamente en sus leyes. Esto hace que a veces suponga un reto encontrar la traducción precisa de los documentos legales de un idioma a otro, porque hay expresiones que pueden no tener un equivalente exacto en la lengua de destino y una traducción literal puede que no tenga sentido.

Como dice Edgardo Rotman (bibliotecario de Derecho Internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami, donde también enseña investigaciones jurídicas internacionales, derecho internacional, derecho penitenciario y recursos post-condena y derecho penal comparativo): «A pesar de que la traducción jurídica exige precisión y certeza, será necesario usar abstracciones, con significados provenientes de contextos culturales y sociales que van variando. Estos contextos generan un cierto grado de ambigüedad, que aumenta cuando las culturas y los sistemas legales son muy diferentes entre sí. »

ABOGADOS INVOLUCRADOS

Este nivel de conocimientos hace que sea muy importante que las traducciones legales o jurídicas las hagan abogados o especialistas en derecho nativos del idioma de llegada.

Traductores que sean capaces de entender y transmitir todos los tecnicismos que aparecen en el texto original para asegurar que no hay ningún malentendido legal.

En nuestro proceso de traducción de este tipo de documentos, trabajamos con abogados lingüistas en la mayoría de combinaciones lingüísticas, que se encargan de hacer la revisión final antes de entregarla al cliente. Como nos comenta la abogada responsable (Lawyer Coordinator) del departamento legal de Original BUFF SA, E. Prió «En las traducciones legales o jurídicas que encargamos a LocalizationLab, valoro mucho la corrección y que estén traducidas o revisadas por un abogado».

Aparte del nivel de corrección en este tipo de traducciones, se debe tratar de encontrar el equilibrio con el factor tiempo y procurar conseguir traducciones legales y jurídicas precisas en el menor plazo de tiempo. M. Rodriguez del bufete Rodríguez & Ferrer Abogados y Asesores Asociados nos recalca que «lo que más aprecio de estas traducciones legales es la rapidez«.

Desde la gestoría 2012 NewTimes puntualizan «si se trata de contratos que tenemos que firmar, lo más importante es la velocidad y el precio. Por otra parte, vuestra exactitud en las traducciones legales también es importante. »

Por lo tanto, para las traducciones legales o jurídicas el mayor reto es conseguir que sean fieles y correctas y en el menor tiempo posible.
En cualquier caso, si necesitáis  ayuda o más información sobre cualquier tipo de traducción legal o jurídica, desde LocalizationLab estaremos encantados de ayudaros.

por LocalizationLab