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Aspectos importantes a tener en cuenta antes de empezar a traducir software
La traducción de software (o localización de software) tiene unas peculiaridades que hay que tener en cuenta para conseguir un producto de software de calidad en todos los idiomas. Esto es muy importante para que todos los usuarios tengan la misma experiencia, vivan donde vivan y hablen la lengua que hablen.
1- Formato de los ficheros:
Lo primero que tenemos que hacer es convertir los ficheros que contienen el código y las cadenas de texto. Deberíamos utilizar un formato que se pueda procesar con herramientas CAT (Computer Assisted Translation). Estas herramientas, de las cuales hay varias en el mercado, protegen el código y lo separan del texto a traducir. De ese modo, el traductor o traductora se puede centrar solo en la traducción de las cadenas de texto (strings).
Uno de los formatos utilizados y que funciona muy bien es el formato xliff (XML Localization Interchange File Format). Xliff es un formato basado en XML y creado para estandarizar la localización. Este formato puede contener mucha información necesaria para poder traducir correctamente las cadenas de texto. Normalmente las cadenas de texto se traducen fuera de contexto, y eso dificulta el proceso de traducción.
2- Información que los desarrolladores tienen que añadir:
Los ficheros xliff tienen que incluir una serie de etiquetas con información importante. Si la añadimos, ayudamos al/la traductor/a a traducir correctamente las cadenas. Esta información tendría que ser como mínimo la siguiente:
- Longitud máxima de la cadena de texto para evitar que se corte una vez traducida. Es importante tener en cuenta que si la lengua original es el inglés, las traducciones pueden ocupar un 30% más dependiendo del idioma.
- Estado de la cadena. Así, el traductor sabe si se tiene que traducir, revisar o modificar.
- Nota explicativa. Información sobre la cadena, como por ejemplo la ubicación que tendrá, si será un botón, un título de un menú…
3- Capturas de pantalla del original:
Las cadenas de texto normalmente se envían a traducir fuera de contexto, y a pesar de que los desarrolladores añaden información en cada etiqueta, es importante que el traductor tenga acceso a la captura de pantalla donde aparecen las cadenas que tiene que traducir. Esto evita muchos errores posteriores y ayudar a mejorar la calidad de la traducción en todos los idiomas.
4- Validación del software traducido y compilado:
Una vez las cadenas han sido traducidas a todos los idiomas y se han convertido los ficheros xliff a los ficheros originales, es necesario un último paso: la validación del software traducido. Esto se puede hacer con capturas de pantalla o bien con el software mismo, y lo tiene que hacer un traductor profesional especializado para cada idioma. Con esta validación final se arreglan errores de longitud (cadenas que quedan cortadas), errores de contexto (cadenas que se usan en más de un lugar y se tendrían que haber traducido de forma diferente en cada uno), errores de género (cuando se usan variables, por ejemplo).
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5- Documentación que acompaña el software:
Si hay documentación que acompaña el software (ficheros de ayuda, manuales de usuario…) es importante que primero se traduzcan las cadenas de texto, se cree una memoria de traducción o una base de datos terminológica con estas cadenas, y después se traduzca la documentación usando esta memoria de traducción o base de datos. Esto hace que todas las referencias al mismo software estén traducidas correctamente en la documentación.
Traducir software no es una tarea sencilla, pero si tenemos en cuenta estos puntos, el resultado final será mejor y la experiencia del usuario en todo el mundo será la deseada.
por LocalizationLab